El Boom de los "Paquetes Cerrados"
La industria del Turismo, cambia y se recicla, de acuerdo a muchos factores, crisis sociales y económicas, avances tecnológicos, hasta los cambios climáticos pueden incidir en las actividades turísticas.
Las costumbres se modifican, desaparecen modalidades y aparecen otras, en la actualidad estamos asistiendo al "Boom" de los paquetes cerrados, por pocos días y a precios módicos, que ofrecen las agencias que se han sabido adaptar a los tiempos que corren y a sus crisis.
Pero ¿Qué son estos paquetes? ¿Qué ofrecen?
La mayoría son de pocos días, 7 días a los sumo, incluyen el bus ida y vuelta y la estadía en hoteles de 3 estrellas, con media o pensión completa y excursiones.
Las empresas se encargan de todo, tienen sus propios micros o contratos exclusivos con empresas de micros, y hoteles.
Estos viajes cuentan con un coordinador/a, que acompaña a los turistas en todo momento, desde que suben al micro y durante todos los paseos que se realicen en los destinos.
Estos paquetes son cómodos, por pocos días y a buen precio, ideal para esta época, donde a veces el presupuesto y la escasez de tiempo no nos permiten planificar ningún viaje.
Les voy a contar mi experiencia personal con uno de estos paquetes enlatados, como también se los llama.
Contraté uno que va al Norte. "Travesía Norteña", se llama. Con alojamiento en la ciudad de Salta, desayuno y cena en el hotel. Y excursiones a: Tafí del Valle en Tucumán, Valles Calchaquíes, Cafayate, visita a viñedos en Cafayate, Quebrada de Humahuaca, Tilcara, Humahuaca, Salinas Grandes y Pumamarca.
Salí desde Avenida Independencia y Paseo Colón un martes a la mañana, el micro hizo diversas paradas para levantar a compañeros de viaje en los distintos puntos prefijados. Ese día almorcé en Ramallo, cené en Villa María, Córdoba. Después de pasar la noche en viaje durmiendo o viendo alguna película, paramos a la mañana en Tafi del Valle, allí desayunamos. A medida que el sol salía se recortaban en el cielo cada vez más claro, las siluetas de las montañas.
Después de desayunar hicimos un breve recorrido por la ciudad para sacarnos fotos y conocer un poco y partimos rumbo a los Valles Calchaquíes, bajamos en puntos claves para divisar paisajes o conocer sitios de interés y continuamos recorriendo quebradas y cerros en un paisaje hermoso hasta Cafayate, paramos en una bodega, hicimos degustaciones y en mi caso compré a muy buen precio una caja de vinos. Ese día almorzamos en la localidad de Cafayate, en un restaurante que está frente a la plaza principal, (Fue mi primer encuentro con milanesas de llama, en un menú, no pedí el plato, porque hacía un par de horas me había fotografiado con uno de estos animalitos, vivo y no me pareció feliz la idea). No todos eligieron sentarse para comer, otros prefirieron recorrer los alrededores. Continuamos viaje junto al cause pedregoso del Río de las Conchas, por la ruta 68, paramos en "El Anfiteatro", una formación geológica en la montaña de paredes rojas, que posee una acústica única para la música. Continuamos con el camino y hacia el atardecer llegamos a Salta la linda, allí nos alojaron en los hoteles previstos. En mi caso como viajaba sola y según la modalidad de este tipo de paquetes, compartí habitación con otras tres mujeres que estaban en mi condición. Una vez hecho el check in, cenamos.
Al día siguiente desayunamos y en el horario pactado nos pasaron a buscar con el micro rumbo a Jujuy, para visitar Tilcara y la ciudad de Humahuaca, en la quebrada del mismo nombre que es Patrimonio de la humanidad. Para este viaje hay que preparar ojos, cámaras y sentidos, pues la experiencia paisajística y cultural es única. Montañas de colores impensados coronan la quebrada, después de dejar atrás a los cerros verdes que vigilan a la ciudad de San Salvador de Jujuy. Almorzamos en Huamahuaca, allí hay tiendas con una gran variedad de productos importados, le compré una artesanía a un hippie sueco y una campera para nieve y una frazada de polar a una cholita... Por la tarde emprendimos el regreso a Salta, cenamos en el hotel, resto de la jornada libre. ¡Para dormir!.
Al tercer día, desayunamos y nuevamente partimos. Como hicimos el día anterior pasamos por la ciudad de Jujuy y tomamos la ruta 9 que atraviesa a la quebrada de Humahuaca, pero luego viramos por a la ruta 52, rumbo a la Puna a 4170 metros de altura. ¡Si, si! a 4170 metros de altura, no es error de tipeo.
La Cuesta de Lipán, para acceder a las Salinas, es una ruta de montaña, con curvas y contra curvas,(El camino está asfaltado y en excelentes condiciones) ha sido una de las experiencias más inolvidables de mi vida. No pude evitar emocionarme, pues mientras el micro subía por aquella inmensidad, sonaba de fondo una hermosa copla norteña. No alcanzan las palabras para describir aquello, tampoco las tengo para describir a las salinas, un mar que se ve infinito, con piletones de aguas heladas, turquesas y verdes brillantes, que parecen bordados en la superficie blanquísima. (No olvidar los lentes de sol y un buen protector solar). Allí una fotógrafa profesional nos hizo las ya conocidas fotos con efectos, esas en las que una parece volar mientras salta o estar graciosamente parada haciendo equilibrio sobre el pico de una botella. Por la tarde paramos en Pumamarca, con tiempo libre para recorrer la localidad coronada por el famoso cerro de los 7 colores.
Luego regresamos a Salta y cenamos. Esa noche tenía la opción de asistir a una peña, (folclore, empanadas y vino), de hecho la tenía contratada con el paquete, pero a último momento con mis compañeras de cuarto decidimos salir a pasear y a conocer el centro de la ciudad por la noche. No me arrepiento, ver los edificios coloniales iluminados fue muy grato.
ultimo día, desayunamos, y nos pasó a buscar el micro, hicimos un citytour, paseamos por el centro soleado, recorrimos la plaza, entramos a la Catedral, conocimos el monumento a Güemes, y luego emprendimos el regreso a Buenos Aires. Paramos para almorzar en Rosario de la Frontera. Cenamos en algún parador de Santa Fe.
Al otro día, (domingo), cerca del mediodía llegué a la Avenida Independencia y Paseo Colón, donde descendí del micro terminando así oficialmente "La Travesía Norteña".
Destaco que en mi caso contraté el paquete con todas las excursiones, pero existen opciones más relajadas, para quienes desean más descanso, pueden optar por menos excursiones.
Algunas fotos de viaje.
Valles Calchaquíes.
Cerros de colores en la Quebrada de Humahuaca
Bodega en Cafayate.
Las costumbres se modifican, desaparecen modalidades y aparecen otras, en la actualidad estamos asistiendo al "Boom" de los paquetes cerrados, por pocos días y a precios módicos, que ofrecen las agencias que se han sabido adaptar a los tiempos que corren y a sus crisis.
Pero ¿Qué son estos paquetes? ¿Qué ofrecen?
La mayoría son de pocos días, 7 días a los sumo, incluyen el bus ida y vuelta y la estadía en hoteles de 3 estrellas, con media o pensión completa y excursiones.
Las empresas se encargan de todo, tienen sus propios micros o contratos exclusivos con empresas de micros, y hoteles.
Estos viajes cuentan con un coordinador/a, que acompaña a los turistas en todo momento, desde que suben al micro y durante todos los paseos que se realicen en los destinos.
Estos paquetes son cómodos, por pocos días y a buen precio, ideal para esta época, donde a veces el presupuesto y la escasez de tiempo no nos permiten planificar ningún viaje.
Les voy a contar mi experiencia personal con uno de estos paquetes enlatados, como también se los llama.
Contraté uno que va al Norte. "Travesía Norteña", se llama. Con alojamiento en la ciudad de Salta, desayuno y cena en el hotel. Y excursiones a: Tafí del Valle en Tucumán, Valles Calchaquíes, Cafayate, visita a viñedos en Cafayate, Quebrada de Humahuaca, Tilcara, Humahuaca, Salinas Grandes y Pumamarca.
Salí desde Avenida Independencia y Paseo Colón un martes a la mañana, el micro hizo diversas paradas para levantar a compañeros de viaje en los distintos puntos prefijados. Ese día almorcé en Ramallo, cené en Villa María, Córdoba. Después de pasar la noche en viaje durmiendo o viendo alguna película, paramos a la mañana en Tafi del Valle, allí desayunamos. A medida que el sol salía se recortaban en el cielo cada vez más claro, las siluetas de las montañas.
Después de desayunar hicimos un breve recorrido por la ciudad para sacarnos fotos y conocer un poco y partimos rumbo a los Valles Calchaquíes, bajamos en puntos claves para divisar paisajes o conocer sitios de interés y continuamos recorriendo quebradas y cerros en un paisaje hermoso hasta Cafayate, paramos en una bodega, hicimos degustaciones y en mi caso compré a muy buen precio una caja de vinos. Ese día almorzamos en la localidad de Cafayate, en un restaurante que está frente a la plaza principal, (Fue mi primer encuentro con milanesas de llama, en un menú, no pedí el plato, porque hacía un par de horas me había fotografiado con uno de estos animalitos, vivo y no me pareció feliz la idea). No todos eligieron sentarse para comer, otros prefirieron recorrer los alrededores. Continuamos viaje junto al cause pedregoso del Río de las Conchas, por la ruta 68, paramos en "El Anfiteatro", una formación geológica en la montaña de paredes rojas, que posee una acústica única para la música. Continuamos con el camino y hacia el atardecer llegamos a Salta la linda, allí nos alojaron en los hoteles previstos. En mi caso como viajaba sola y según la modalidad de este tipo de paquetes, compartí habitación con otras tres mujeres que estaban en mi condición. Una vez hecho el check in, cenamos.
Al día siguiente desayunamos y en el horario pactado nos pasaron a buscar con el micro rumbo a Jujuy, para visitar Tilcara y la ciudad de Humahuaca, en la quebrada del mismo nombre que es Patrimonio de la humanidad. Para este viaje hay que preparar ojos, cámaras y sentidos, pues la experiencia paisajística y cultural es única. Montañas de colores impensados coronan la quebrada, después de dejar atrás a los cerros verdes que vigilan a la ciudad de San Salvador de Jujuy. Almorzamos en Huamahuaca, allí hay tiendas con una gran variedad de productos importados, le compré una artesanía a un hippie sueco y una campera para nieve y una frazada de polar a una cholita... Por la tarde emprendimos el regreso a Salta, cenamos en el hotel, resto de la jornada libre. ¡Para dormir!.
Al tercer día, desayunamos y nuevamente partimos. Como hicimos el día anterior pasamos por la ciudad de Jujuy y tomamos la ruta 9 que atraviesa a la quebrada de Humahuaca, pero luego viramos por a la ruta 52, rumbo a la Puna a 4170 metros de altura. ¡Si, si! a 4170 metros de altura, no es error de tipeo.
La Cuesta de Lipán, para acceder a las Salinas, es una ruta de montaña, con curvas y contra curvas,(El camino está asfaltado y en excelentes condiciones) ha sido una de las experiencias más inolvidables de mi vida. No pude evitar emocionarme, pues mientras el micro subía por aquella inmensidad, sonaba de fondo una hermosa copla norteña. No alcanzan las palabras para describir aquello, tampoco las tengo para describir a las salinas, un mar que se ve infinito, con piletones de aguas heladas, turquesas y verdes brillantes, que parecen bordados en la superficie blanquísima. (No olvidar los lentes de sol y un buen protector solar). Allí una fotógrafa profesional nos hizo las ya conocidas fotos con efectos, esas en las que una parece volar mientras salta o estar graciosamente parada haciendo equilibrio sobre el pico de una botella. Por la tarde paramos en Pumamarca, con tiempo libre para recorrer la localidad coronada por el famoso cerro de los 7 colores.
Luego regresamos a Salta y cenamos. Esa noche tenía la opción de asistir a una peña, (folclore, empanadas y vino), de hecho la tenía contratada con el paquete, pero a último momento con mis compañeras de cuarto decidimos salir a pasear y a conocer el centro de la ciudad por la noche. No me arrepiento, ver los edificios coloniales iluminados fue muy grato.
ultimo día, desayunamos, y nos pasó a buscar el micro, hicimos un citytour, paseamos por el centro soleado, recorrimos la plaza, entramos a la Catedral, conocimos el monumento a Güemes, y luego emprendimos el regreso a Buenos Aires. Paramos para almorzar en Rosario de la Frontera. Cenamos en algún parador de Santa Fe.
Al otro día, (domingo), cerca del mediodía llegué a la Avenida Independencia y Paseo Colón, donde descendí del micro terminando así oficialmente "La Travesía Norteña".
Destaco que en mi caso contraté el paquete con todas las excursiones, pero existen opciones más relajadas, para quienes desean más descanso, pueden optar por menos excursiones.
Algunas fotos de viaje.
Valles Calchaquíes.
Callecita de Tilcara
Cerros de colores en la Quebrada de Humahuaca
Humahuaca
Bodega en Cafayate.
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